El Infierno

"Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno" (Mateo 5:30). El infierno es algo serio. Debemos escuchar la advertencia de Jesús con seriedad.

Nuestro enfoque

Nuestra Síntesis Doctrinal simplemente define el infierno como "la separación o apartamiento de Dios escogida por los pecadores incorregibles". No definimos si esta separación o apartamiento significa sufrimiento eterno, o un final total a la conciencia. De hecho, decimos que la Biblia no hace este punto absolutamente claro.

Si tomamos a Jesús seriamente cuando enseña sobre la gracia y la misericordia, también debemos tomarlo seriamente cuando Él enseña sobre el castigo. En el tema del infierno, así como en muchos otros, debemos escuchar a Jesús. Si tomamos a Jesús seriamente cuando enseña sobre la gracia y la misericordia, también debemos tomarlo seriamente cuando Él enseña sobre el castigo. Después de todo, la misericordia no significa mucho a menos que estemos escapando algo.

Advertencias sobre el fuego

En una parábola, Jesús advirtió que la gente mala sería echada al horno de fuego (Mateo 13:50). En esta parábola, Él no estaba hablando acerca de la incineración, sino acerca de "llanto y crujir de dientes". En otra parábola, Jesús describe el castigo de un esclavo perdonado que no ha perdonado a otro esclavo como "tortura" (Mateo 18:34).

Otra parábola describe a la persona mala como atada y echada "en las tinieblas" (Mateo 22:13). Estas tinieblas se describen como un lugar de llanto y crujir de dientes.

Jesús no explica si quienes están en las tinieblas lloran por dolor o por tristeza, y tampoco explica si crujen los dientes por temor o por ira. Este no es el propósito. De hecho, él nunca explica en detalle el destino de los malos.

Sin embargo, Jesús le advierte a las personas en términos vívidos a no seguir en posesión de algo que causará que sean echados al fuego eterno: "Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti. Porque es mejor para ti que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno" (Mateo 18:7-8). Es mejor privarse de ciertas cosas en esta vida que ser "echado en el infierno de fuego" (v. 9).

¿Durará el castigo de los malos para siempre? La Biblia se puede interpretar de diferentes formas al respecto. Algunos versículos sugieren que será sufrimiento eterno, mientras otros sugieren que tendrá una duración limitada. Pero de cualquier forma, el infierno debe evitarse a toda costa.

Jesús le advierte a las personas

en términos vívidos a no seguir

en posesión de algo que

causará que sean echados

al fuego eterno:

"Si tu ojo derecho

te es ocasión de caer,

sácalo y échalo de ti.

Porque es mejor para ti

que se pierda uno de tus miembros,

y no que todo tu cuerpo

sea echado al infierno".

Esto me recuerda un libro sobre este tema de InterVarsity Press: Two Views of Hells ("Dos enfoques del infierno"). Edward Fudge defiende la aniquilación; Robert Peterson defiende el sufrimiento eterno. En la portada del libro están dos hombres, ambos con una mano sobre la cara con una expresión de pavor y terror. Lo que se quiere expresar con este gráfico es que aunque existen dos enfoques sobre el infierno, no importa cómo lo miremos, es algo horroroso.

Dios es misericordioso, pero la persona que se opone a Dios rechaza su misericordia y, por tanto, sufre.

Las Epístolas

Jesús describe de diferentes formas el castigo de quienes rechazan la misericordia de Dios: fuego, tinieblas, tortura y destrucción.

Los apóstoles también hablaron de juicio y castigo, pero también lo describieron de diferentes formas.

Pablo escribió: "Pero enojo e ira a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre toda persona que hace lo malo" (Romanos 2:9).

En cuanto a aquellos que estaban causando persecución a la iglesia en Tesalónica, Pablo escribió: "Ellos serán castigados con eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder" (2 Tesalonicenses 1:9). Por esto en la Síntesis Doctrinal lo definimos como "separación y apartamiento de Dios".

La penalidad del Antiguo Testamento por rechazar a Moisés era la muerte, pero cualquiera que rechaza a Jesús a propósito se merece algo más, dice Hebreos 10:28-29.

"¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!" (v. 31).

Dios es más misericordioso de lo que podamos imaginar, pero si una persona rechaza su misericordia, solo queda el juicio. Dios no quiere que nadie sufra los horrores del infierno. Él quiere que todos vengan al arrepentimiento y a la salvación (2 Pedro 2:9). Pero aquellos que rechazan tan maravillosa gracia sufrirán. Es su decisión, no la de Dios. Por eso nuestra Síntesis Doctrinal dice que el infierno es "escogido por los pecadores incorregibles". Esta es una parte importante.

La victoria final de Dios es también una parte importante. Todo se traerá bajo el control de Cristo, porque Él ha redimido toda la creación (1 Corintios 15:20-24; Colosenses 1:20). Todo será corregido. Aun la muerte y el Hades serán destruidos (Apocalipsis 20:14). La Biblia no nos dice cómo el infierno encaja en esto, y nosotros tampoco clamamos saber. Sencillamente confiamos en que Dios, tan lleno de justicia y misericordia, lo terminará todo en la mejor manera posible.

De todo lo que Jesús enseñó sobre el infierno, lo más importante es que Jesús es la solución de todo el problema. En Él no hay condenación (Romanos 8:1). Él es el camino, la verdad y la vida eterna.

La justicia

y la misericordia de Dios

Un Dios de amor no puede torturar a las personas por siempre, dice alguna gente. La Biblia revela que Dios es compasivo. Él preferiría terminar la miseria de la gente que verlos sufrir por la eternidad. La doctrina tradicional de un infierno que castiga eternamente, muchos creen, presenta falsamente a Dios como un vengador que es un terrible ejemplo. Además, no sería correcto castigar a personas por siempre por una vida que duró sólo unos años o décadas, dicen algunos.

Pero la rebelión contra Dios es infinitamente terrible, dicen algunos teólogos. No podemos medir la maldad por el tiempo que toma cometer el acto maligno, explican ellos. Un asesinato puede tomar sólo unos minutos, pero las consecuencias pueden sentirse por décadas o siglos. Rebelarse contra Dios es el crimen más serio en el universo, dicen ellos, así que exige un castigo mayor.

La victoria final

de Dios es

También

una parte importante.

Todo se traerá

bajo el control de Cristo.

El problema es que los humanos no entienden bien la justicia ni la misericordia. Los humanos no están cualificados para juzgar, pero Jesucristo lo está. Él juzgará al mundo con justicia (Salmos 9:8; Juan 5:22; Romanos 2:6-11). Podemos confiar en su juicio, porque sabemos que Él es justo y misericordioso.

Cuando del infierno se trata, algunas partes de la Biblia hacen hincapié en angustia y castigo, y otras partes muestran imágenes de destrucción y cesación. En vez de tratar de hacer que una descripción encaje con la otra, dejamos que las dos hablen. Cuando del infierno se trata, debemos confiar en Dios, no en nuestra imaginación.

por Joseph Tkach








EL LAGO DE FUEGO